Josep María Romaguera Bach. Diócesis de Barcelona
Celebramos este domingo la fiesta de la Inmaculada Concepción de María, que este año ocupa el lugar del segundo domingo de Adviento. En María vemos lo que Dios quiere hacer con cada uno de sus hijos e hijas, y que realiza a través de Jesucristo: liberarnos del pecado y de la muerte, de toda injusticia. La fiesta de la Inmaculada Concepción es, entonces, una fiesta dedicada a la gracia de Dios, a la iniciativa de Dios que quiere salvar a toda la humanidad, atrapada en el pecado y la muerte.
Josep María Romaguera Bach. Diócesis de Barcelona
Jesús ejerce su "reinado" en su pobreza, en su pequeñez al lado de los pobres, en su debilidad ante el poder del Imperio. El reinado lo ejerce con las manos atadas y coronado de espinas.
Josep María Romaguera Bach. Diócesis de Barcelona
Josep María Romaguera Bach. Diócesis de Barcelona
En el Evangelio del próximo domingo encontramos a una viuda pobre que lo da todo. Como Jesucristo. Icono del Señor. Icono del verdadero discípulo.
Josep María Romaguera Bach. Diócesis de Barcelona
En este domingo nos encontramos un pasaje evangélico básico: "Escucha, Israel, el Señor, nuestro Dios, es el único Señor: 30 amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente, con todo tu ser". Y "amarás a tu prójimo como a ti mismo".