Domingo 25º T.O. - C

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Propuesta de Josep Maria Romaguera

Continuamos el camina hacia Jerusalén. En esta ocasión Jesús afronta la cuestión de qué hay que hacer con las riquezas materiales teniendo en cuenta el lugar que tienen los pobres –“amigos” que hay que “ganarse”– en “las moradas eternas”.
Estamos en el "Tiempo de la Creación" (1 septiembre - 4 octubre): no olvidemos a la Tierra, no olvidemos a los pobres.

22 septiembre 2019

 

Evangelio según Lucas (16,1-13)

En aquel tiempo, 1 dijo Jesús a sus discípulos:

–Un hombre rico tenía un administrador, y le llegó la denuncia de que derrochaba sus bienes. 2 Entonces lo llamó y le dijo:

–¿Qué es eso que me cuentan de ti? Entrégame el balance de tu gestión, porque quedas despedido.

3 El administrador se puso a echar sus cálculos:

–¿Qué voy a hacer ahora que mi amo me quita el empleo? Para cavar no tengo fuerzas; mendigar me da vergüenza. 4 Ya sé lo que voy a hacer para que, cuando me echen de la administración, encuentre quien me reciba en su casa.

5 Fue llamando uno a uno a los deudores de su amo y dijo al primero:

–¿Cuánto debes a mi amo?

6 Éste respondió:

–Cien barriles de aceite.

Él le dijo:

–Aquí está tu recibo; aprisa, siéntate y escribe cincuenta.

7 Luego dijo a otro:

–Y tú, ¿cuánto debes?

Él contestó:

–Cien fanegas de trigo.

Le dijo:

–Aquí está tu recibo, escribe ochenta.

8 Y el Señor felicitó al administrador injusto, por la astucia con que había procedido.

–Ciertamente, los hijos de este mundo son más astutos con su gente que los hijos de la luz. 9 Y yo os digo: Ganaos amigos con el dinero injusto, para que, cuando os falte, os reciban en las moradas eternas. 10 El que es de fiar en lo menudo también en lo importante es de fiar; el que no es honrado en lo menudo tampoco en lo importante es honrado. 11 Si no fuisteis de fiar en el injusto dinero, ¿quién os confiará lo que vale de veras? 12 Si no fuisteis de fiar en lo ajeno, lo vuestro, ¿quién os lo dará? 13 Ningún siervo puede servir a dos amos, porque, o bien aborrecerá a uno y amará al otro, o bien se dedicará al primero y no hará caso del segundo. No podéis servir a Dios y al dinero.

 

Pauta para hacer Estudio de Evangelio, personal o compartido

1

Oración para pedir el don de comprender el Evangelio y poder conocer y amar a Jesucristo y, de este modo, poder seguirle mejor y darlo a conocer

2

Anoto algunos hechos vividos esta última semana

3

Leo/leemos el texto. Después contemplo y subrayo

4

Ahora anoto lo que descubro de JESÚS y de los demás personajes, la BUENA NOTICIA que escucho...

Los amigos a ganar son los pobres, y el tesoro del cielo es el que vale. ¿Cómo ello cuestiona mi vida?

5

Desde el evangelio, vuelvo a mirar la vida, los HECHOS vividos, las PERSONAS de mi alrededor...

Entre las personas de mi entorno, ¿qué testimonios tengo de “servir a Dios” y no “al dinero”? ¿En qué cosas de sus vidas se concreta? ¿Cómo hacen para elegir y para mantenerse fieles a la opción?

6

Llamadas que me hace –que nos hace– el Padre hoy a través de este Evangelio y compromiso(s)

7

Oración. Diálogo con Jesús dando gracias, pidiendo...

 

Notas por si hacen falta

 

Notas para seguir el hilo del Evangelio

  • Seguimos en el camino hacia Jerusalén. En el conjunto de relaciones que Jesús va tejiendo en camino, hoy lo encontramos hablando a los discípulos. Lo hace después de haber respondido a los fariseos que lo criticaban (Lc 15,3-32). Después de esto que leemos hoy, Jesús volverá a hablar a los fariseos (Lc 16,15-31) y después, otra vez, a los discípulos (Lc 17,1-10).
  • Jesús es, entonces, el centro de atención de gente diversa; ante él todos tendrán que decidir: ¿lo sigo o no lo sigo?

 

Notas para fijarnos en Jesús y el Evangelio

 

  • En esta ocasión Jesús afronta la cuestión de qué hay que hacer con las riquezas materiales teniendo en cuenta el lugar que tienen los pobres –“amigos” que hay que “ganarse”– (9) en “las moradas eternas” (9).
  • La parábola que utiliza Jesús es de las que no se entienden si pensamos que las parábolas son historietas ejemplares. Existen algunas que, como ésta, no se entienden si nos acercamos a ella de este modo. Por ejemplo, cuando el rey rechazado manda degollar a sus enemigos (Lc 19,27). Evidentemente, si el rey es Jesucristo y lo leemos en clave de historieta ejemplar, tenemos un problema.
  • En la parábola que encontramos hoy Jesús no está haciendo promoción de la corrupción en los negocios. Esta sería la lectura ejemplarizante del texto. Pero sí que propone negociar con el dinero, con los bienes materiales, como más adelante hará con la parábola de las minas (Lc 19,11-27), después de haber encontrado a Zaqueo el cual se desprende de todo para poder seguir a Jesús (Lc 19,1-10).
  • En la parábola se habla de mucho dinero. Los “barriles de aceite” (6) son, según la palabra original, recipientes con capacidad de unos 21 litros cada una; y las “fanegas de trigo” (7) son una medida con capacidad de unos 210 litros, empleada para grano y sólidos; cien de ellas equivalen, por lo tanto, a más de 17 toneladas de trigo.
  • Jesús elogia la astucia del administrador (8), no por su capacidad de ser corrupto, sino por la habilidad para sacar provecho de su situación.
  • La palabra original que aquí es traducida por “dinero injusto” (9.11.13), que también se encuentra en Mt 6,24, es el nombre que se daba a un ídolo que personificaba a la riqueza.
  • Para entender estas palabras: “ganaos amigos con el dinero injusto” (9), conviene tener en cuenta otros textos del evangelio según Lucas y de los Hechos de los Apóstoles, que insisten de un modo especial en el valor de la limosna e invitan a dar los bienes a los pobres (Lc 11,41; 12,33; 18,22; 19,8; 21,1-4; Ac 9,36; 10,2.4.31; 11,29; 24,17). Se trata, entonces, de una invitación a dar los bienes a los pobres, que son los “amigos” (9) que hay que ganar aquí en la tierra. Ellos mismos, después, os “reciben” (9) en el cielo: Sucedió que se murió el mendigo, y los ángeles lo llevaron al seno de Abrahán. Se murió también el rico, y lo enterraron (Lc 16,22).
  • Ser de fiar” (10) está en la línea de la parábola de les minas (Lc 19,17) o de la de los talentos (Mt 25,21.23): significa utilizar el dinero de cara al mundo futuro, es decir, darlo a los pobres.
  • “Lo vuestro” (12) es lo que pertenece a los discípulos, el “tesoro del cielo” (Lc 12,32-34), y es un don que sólo Dios da.
  • Hay que escoger a qué amo (13) queremos servir. Quién queremos que marque nuestras vidas. Y no podemos esquivar la elección: Dios y el dinero son incompatibles, totalmente incompatibles.