DOMINGO XXXIV DEL TIEMPO ORDINARIO. FESTIVIDAD DE CRISTO REY. Ciclo A

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Pautas para el estudio y reflexión del Evangelio. Josep María Romaguera Bach. Diócesis de Barcelona

 

El Evangelio del próximo domingo es la llamada parábola del juicio final. Nos pregunta si los pequeños, los necesitados, los pobres, marcan nuestras prioridades, el estilo de vida, la manera de plantear la economía, el sistema social... Una sacudida para que reaccionemos y, en el camino de la vida, no nos despistemos, no sea que lleguemos a donde no queremos llegar.

 

Pauta para el Estudio de Evangelio personal o compartido en grupo

1. Oración para pedir el don de comprender el Evangelio y poder conocer y amar a Jesucristo y, de este modo, poder seguirle mejor y darlo a conocer

2. Anoto algunos hechos vividos esta última semana.

3. Leo/leemos el texto. Después contemplo y subrayo

4. Anoto lo que descubro de JESÚS y de los demás personajes, la BUENA NOTICIA que escucho... ¿Dejo que mi vida (hechos y palabras, prioridades y decisiones, consumo...) quede marcada por las personas de mi entorno que más sufren?

5. Desde el evangelio, vuelvo a mirar la vida, los HECHOS vividos, las PERSONAS de mi alrededor... ¿Qué testimonios de amor a los pobres he encontrado ahí?

6. Llamadas que me hace –que nos hace– el Padre hoy a través de este Evangelio y compromiso(s)

7. Oración. Diálogo con Jesús dando gracias, pidiendo...

 

Notas por si hacen falta

 

Notas para seguir el hilo del Evangelio

  • Este evangelio, que a menudo es llamado del juicio final, cierra el discurso de Jesús que Mt pone inmediatamente antes del relato de la Pasión (capítulos 26-27). La manera de presentarlo es muy gráfica y popular para los judíos, que conocen las imágenes bíblicas que Jesús utiliza (por ejemplo, la imagen del pastor que separa ovejas y cabras, que es del profeta Ezequiel, cap. 34).

  • Por otro lado, aquí resuenan otras páginas de Mt leídas anteriormente. Por ejemplo, en el contexto de la historia del joven rico (Mt 19,16ss), encontramos palabras que ahora resuenan en el v.31: Jesús les dijo: En verdad os digo: cuando llegue la renovación y el Hijo del hombre se siente en el trono de su gloria, también vosotros, los que me habéis seguido, os sentaréis en doce tronos para juzgar a las doce tribus de Israel (Mt 19,28). También la respuesta de Jesús en el v. 41 la hemos encontrado antes en el mismo evangelio, a propósito de los que dicen Señor, Señor, pero no hacen la voluntad del Padre (Mt 7,21): Y entonces les declararé: “Nunca os he conocido. Alejaos de mi, los que obráis la iniquidad” (Mt 7,23). Las dos referencias nos ayudan a ver que hacer la voluntad del Padre o seguir a Jesús tiene que ver con el compartir los bienes con los pobres, con hacer lo que hace Jesús.

  • Izquierda” y “derecha” (33) no tienen connotaciones políticas. Para los oyentes del Evangelio era claro: el lado derecho es el de la felicidad; el izquierdo, el de la desgracia. Y de este modo tenemos que entenderlo cuando leemos este texto (no cuando tratamos de política).

 

Notas para fijarnos en Jesús y el Evangelio

 

  • El juicio final es universal (32): en él entra todo el mundo, sin exclusión. En él no se juzga sobre la pertenencia a un pueblo o a otro ni a un grupo determinado. De hecho, no se juzga nada. Lo que sucede ahí es que la luz que viene de la gloria de Dios pone de manifiesto lo que cada uno es.

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    La manera de ser del juez es la que se expresa en el v.34, que también está recogida en Lucas: No temas, pequeño rebaño, porque vuestro Padre ha tenido a bien daros el reino (Lc 12,32). Quizá también tenemos que tener en cuenta la actitud del padre en la parábola de los dos hijos que nos presenta Lucas (Lc 15,28ss). No es un Dios que castigue a unos y premie a otros, sino que trabaja siempre para que todo el mundo pueda vivir con Él para siempre (Jn 3,16; 5,17).

  • Pero lo más significativo de esta página no es este juicio sino la preocupación por los pobres, por los que son dejados de lado, por los explotados... Es la opción fundamental de Dios, la opción que lo caracteriza. La opción que hizo ya “desde la creación del mundo” (34). Y Jesús muestra esta opción de Dios identificándose con todos ellos. Ésta es una afirmación teológica importante. Y es un anuncio: el resultado de la vida de cada uno depende de la actitud que haya adoptado en relación con ellos.

  • Esta página pretende ser directa y por eso hace una distinción radical, sin matices: cuando hayamos terminado el camino de la vida estaremos en un lado o en el otro, no habrá término medio. La intención es provocar ahora, cuando todavía estamos en el camino, una reacción decidida, provocar ahora un cambio en la vida de los oyentes de Jesús y de su Evangelio. Un cambio para huir de la mediocridad y para hacer una opción clara por los hermanos más pobres. Un cambio para seguir a Jesús.

  • La identificación de Jesús con las personas necesitadas de todo tipo tiene muchas consecuencias, ya que Jesús se ha hecho pobre y, muriendo con los pobres y resucitando, ahora está presente de manera real en todos y cada uno de los pobres del mundo: no puede haber separación entre la fe en Dios y el amor a los demás, concretamente a los necesitados. Sin el amor a los pobres no es posible reconocer en ellos la presencia de Jesús. Como dijo el Papa Francisco en la Jornada Mundial de los Pobres de 2017, «si realmente queremos encontrar a Cristo, es necesario que toquemos su cuerpo en el cuerpo llagado de los pobres, como confirmación de la comunión sacramental recibida en la Eucaristía».

  • Este evangelio nos pregunta si los pequeños, los necesitados, los pobres, marcan nuestras prioridades, el estilo de vida, la manera de plantear la economía, el sistema social...

  • Pero no olvidemos que la motivación de Jesús para decirnos su Palabra no es que nos sintamos frustrados sino invitarnos a volver a empezar: nos cuestiona para que podamos aprender a partir de la propia experiencia, para que podamos retomar el camino desde el punto en el que estemos. Y Él espera, pacientemente, que el camino escogido sea el suyo.