Pauta para un Estudio de Evangelio. Josep Maria Romaguera Bach, diócesis de Barcelona
29 enero 2023. Evangelio según Mateo (5,1-12a)
En aquel tiempo, 1 al ver Jesús el gentío, subió a la montaña, se sentó, y se acercaron sus discípulos; 2 y él se puso a hablar, enseñándoles:
3 –Dichosos los pobres en el espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos.
4 »Dichosos los que lloran, porque ellos serán consolados.
5 »Dichosos los sufridos, porque ellos heredarán la tierra.
6 »Dichosos los que tienen hambre y sed de la justicia, porque ellos quedarán saciados.
7 »Dichosos los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia.
8 »Dichosos los limpios de corazón, porque ellos verán a Dios.
9 »Dichosos los que trabajan por la paz, porque ellos se llamarán los Hijos de Dios.
10 »Dichosos los perseguidos por causa de la justicia, porque de ellos es el reino de los cielos.
11 »Dichosos vosotros cuando os insulten y os persigan y os calumnien de cualquier modo por mi causa. 12 Estad alegres y contentos, porque vuestra recompensa será grande en el cielo.
1
Oración para pedir el don de comprender el Evangelio y poder conocer y amar a Jesucristo y, de este modo, poder seguirle mejor y darlo a conocer
2
Anoto algunos hechos vividos esta última semana
3
Leo/leemos el texto. Después contemplo y subrayo
4
Anoto lo que descubro de JESÚS y de los demás personajes, la BUENA NOTICIA que escucho...
Y me planteo qué es eso que Jesús llama “el Reino de los cielos”
5
Desde el evangelio, vuelvo a mirar la vida, los HECHOS vividos, las PERSONAS de mi alrededor...
En esa vida que contemplo, ¿dónde descubro la “dicha” del “Reino”?
6
Llamadas que me hace –que nos hace– el Padre hoy a través de este Evangelio y compromiso(s)
7
Oración. Diálogo con Jesús dando gracias, pidiendo...
Notas por si hacen falta
Notas para enmarcar el texto
- En las bienaventuranzas tenemos un resumen de la enseñanza de Jesús. Las enseñanzas de Jesús que Mateo pudo recoger las ha distribuido en diversos bloques. Y pone las bienaventuranzas como introducción al primer bloque, llamado sermón de la montaña (capítulos 5-7).
- En estas palabras tenemos que buscar lo que dan: la buena noticia del amor misericordioso y fiel de Dios. Encontramos pistas sobre “el Reino de los cielos” y sobre quien es este Dios que hace de nosotros “hijos e hijas” (9), a quien Jesús nos invitará a llamar “Padre” y a dirigirnos a él con el “padrenuestro”, invitación situada en el corazón del sermón de la montaña (Mt 6,9-13).
- En las palabras introductorias a las bienaventuranzas (1-2) resuena la Alianza de Dios con Israel. “La montaña” (1) evoca al Sinaí, donde Moisés recibió la Ley (Ex 24,12). Contexto de paso hacia la libertad.
- En Jesús, Dios habla directamente. Jesús habla con su propia autoridad. Por eso “se sentó” (1) y “se puso a hablar” (2) –como hace un Maestro– con los “discípulos” alrededor (1).
- Y si la Ley era “para instruir a los israelitas” (Ex 24,12), la palabra de este Jesús–Maestro es para todo el mundo. El evangelista nos lo recuerda diciendo que Jesús “subió a la montaña” motivado por “el gentío” que ha visto (1). Y lo dice después de haber situado la primera actividad de Jesús en tierras fronterizas, tierras de mezcla (Mt 4,12-25).
Notas para fijarnos en Jesús y el Evangelio
- El género literario de la bienaventuranza expresa la felicidad que proviene de Dios (3). Jesús escoge este lenguaje y no el legislativo.
- Entre la antigua alianza y la nueva hay continuidad. Pero Jesús aporta una gran novedad: no da mandamientos, como Moisés, sino que anuncia “el Reino de los cielos” y señala quienes son los que lo acogen como noticia que hace “dichoso”: “los pobres”, “los sufridos”, “los limpios de corazón” ...
- “Los pobres en el espíritu” (3) son los que, lejos de las riquezas, ponen su confianza sólo en Dios con un corazón humilde. Dios da a los pobres su Reino: esta es la buena nueva (Mt 11,5-6).
- El consuelo de Dios (4) había sido anunciado por el profeta (Is 61,2). La expresión “los que lloran” se refiere, probablemente, a los que sufren la injusticia y la opresión.
- “Heredar la tierra” por parte de los “sufridos (humildes)” (5) lo cantaban los judíos en los salmos (Sl 37[36],11). “Los sufridos (humildes)” son los que se inclinan ante Dios y, en consecuencia, son pacientes, no se irritan, rehúyen toda violencia. Jesús mismo lo vive (Mt 12,15-21). “La tierra” que heredarán es esta tierra, pero renovada por el don del Reino.
- “Hambre y sed de la justicia” (6). Aquí la palabra “justicia” no se refiere a la justicia salvadora de Dios, ni tampoco a la justicia social. Los que quieren ser justos son los que quieren hacer caso de la voluntad de Dios de un modo auténtico y efectivo, y permanecerle fieles (Mt 3,15). Dicho lo cual, no hay que olvidar que la voluntad de Dios es liberar a los oprimidos.
- Con el término “misericordioso” (7) se habla de quien ayuda a los que pasan necesidad comprometiéndose con ellos (Mt 25,31-46), y del perdón dado a quienes han cometido una ofensa (Mt 18,21-34).
- “Los limpios de corazón” (8) son aquellos a quienes canta el salmista (Sl 24[23],3-4; 15[14],2-3): quienes se comportan sinceramente, sin falsedad, sin segundas intenciones, serán admitidos a la presencia de Dios para siempre.
- También la bienaventuranza sobre “los que trabajan por la paz” (9) encuentra un anuncio en los profetas (Ml 3,23-24). A la acción pacificadora, Dios corresponde con el amor de Padre. La acción en favor de la paz pasa por todos los campos de la vida personal y social.
- “Perseguidos por causa de la justicia” (10) son los que, como Jesús mismo, son rechazados por hacer la voluntad de Dios (1Pe 3,14).
- “La recompensa” (12) es la participación en el Reino celestial. Es un regalo, no un premio. Un regalo que Dios da gratuitamente, por encima de cualquier exigencia o reclamación (Mt 20,13-16).