Estudio de Evangelio. José Ángel Pitrach, diócesis de Tortosa
26 junio 2022. Lectura del santo Evangelio según San Lucas 9, 51-62
Cuando se iba cumpliendo el tiempo de ser llevado al cielo, Jesús tomó la decisión de ir a Jerusalén. Y envió mensajeros por delante.
De camino entraron en una aldea de Samaría para prepararle alojamiento. Pero no lo recibieron, porque se dirigía a Jerusalén.
Al ver esto, Santiago y Juan, discípulos suyos, le preguntaron: –Señor, ¿quieres que mandemos bajar fuego del cielo que acabe con ellos?
El se volvió y les regañó. Y se marcharon a otra aldea.
Mientras iban de camino, le dijo uno:
–Te seguiré adonde vayas.
Jesús le respondió:
–Las zorras tienen madriguera y los pájaros, nido, pero el Hijo del Hombre no tiene donde reclinar la cabeza.
A otro le dijo:
–Sígueme.
El respondió:
–Déjame primero ir a enterrar a mi padre.
Le contestó:
–Deja que los muertos entierren a sus muertos; tú vete a anunciar el Reino de Dios.
Otro le dijo:
–Te seguiré, Señor. Pero déjame primero despedirme de mi familia.
Jesús le contestó:
–El que echa mano al arado y sigue mirando atrás, no vale para el Reino de Dios.
La primera etapa del viaje de Jesús a Jerusalén contiene enseñanzas para los discípulos. En estas enseñanzas los prepara para la misión que tendrán que llevar después de la Resurrección.
En este texto San Lucas nos introduce el viaje de Jesús a Jerusalén y nos marca el horizonte teológico del mismo. Su Pascua que ha de consumarse en la ciudad santa.
Y refleja la hostilidad entre los judíos y los samaritanos. Y Jesús quiere alejar de los suyos todo espíritu de venganza. Que lección más clarividente nos ofrece para nuestros días.
Su camino hacia Jerusalén se inicia con un rechazo. Piedra clave para nuestro seguimiento. El rechazo lo encontramos o encontraremos en nuestra vida del proceso de seguimiento de Jesús.
Y San Lucas nos ofrece al comienzo del viaje (v57)estas tres exigencias radicales. Nos advierte sobre la profunda seriedad de la propuesta y también el riesgo que tenemos en el camino de seguimiento de Jesús. Es una advertencia para los discípulos de cualquier época. Y en este momento que estamos viviendo un cambio de Época, es necesario reafirmar la fidelidad en este seguimiento.
Qué contestaríamos a la pregunta ¿en qué consiste ser cristiano? ¿Qué es ser cristiano?
- Posiblemente unos dirían: un buen cristiano es el que cumple los mandamientos
- Tal vez otros dirán que para ser un buen cristiano hay que participar todos los domingos y fiestas a la Eucaristía de la comunidad
- Otros dirían que el ser cristino nos viene de estar bautizado, y que el buen cristiano ha de recibir los sacramentos y ha de ayudar a las personas necesitados
Cada uno de nosotros, según nuestra sensibilidad, según nuestra formación, a lo mejor nos centraríamos más en un aspecto que en otro de la vida cristiana
La Palabra de Dios y como hemos visto en ella aparece varias veces en los encuentros que Jesús tiene con las personas de su tiempo la expresión en boca de sus paisanos y también de Jesús: SÍGUEME. “Te seguiré” viene a ser como síntesis de la opción radical que hacen, hacemos . A Jesús le dicen: Te seguiré. Y Jesús mismo invita a la gente a seguirle.
Creo que en esta expresión tenemos una buena síntesis de lo que es ser cristiano: SEGUIR A JESÚS. Ser cristino consiste en seguir a Jesús, los cristianos son o tratan o deberíamos tratar de ser unos buenos seguidores de Jesús.
Vemos que de ordinario es Jesús quien toma la iniciativa e invita a que le sigan Llama la atención que, podríamos decir que Jesús es un atrevido y llama también a gente que no era bien considerada por los judíos, como es el caso de Mateo.
Según lo que sabemos, según la vida de la Iglesia, ha habido cristianos y todavía los hay y los habrá que en lo del seguimiento de Jesús han sido y son ejemplares, que han sabido y podido poner en práctica la propuesta de Jesús hasta las últimas consecuencias.
Buena lección para todos nosotros