Estudio de Evangelio. José Luis Cejudo Moreno, diócesis de Jaén
El verdadero discípulo
13 febrero 2022. Lc 6,17.20-26
“Levantando los ojos hacia sus discípulos”. A quienes le quieren seguir en su tarea de anunciar el reino de Dios Jesús, como Maestro, les va a mostrar cómo hacerlo, cómo sentirse bienaventurados de seguirlo en su misión.
Puesto que Jesús es Maestro que enseña de otra manera, no sólo con sus palabras sino también con su manera de vivir, vamos a contemplar cómo Jesús, el Maestro, mostró a sus discípulos la manera de vivir las bienaventuranzas.
* “Bienaventurados los pobres…
Pobre apareció envuelto en pañales y sobre un pesebre y pobre lo despedimos, despojado de sus vestiduras y sobre una cruz.
…porque vuestro es el Reino”
Y envuelto en esa pobreza anunciaba: El Reino de Dios está cerca. El relato de sus hechos se presentaba como “el relato de los hechos que se han cumplido”, el Reino anunciado por los profetas en Jesús de Nazaret se estaba cumpliendo.
* “Bienaventurados los que ahora tenéis hambre…
Al final de las tentaciones sintió hambre y respondió: No sólo de pan vive el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios; por eso a los discípulos, que le traían la comida para saciar el hambre, les dijo: “Mi alimento es hacer la voluntad de mi Padre”
… quedaréis saciados”
El deseo de saciarse de la voluntad del Padre lo había cumplido, por eso en la cruz pudo decir: “Todo lo he cumplido”.
Y el mismo testigo de su muerte comenta: “Verdaderamente este hombre era hijo de Dios”, obediente a Dios.
* “Bienaventurados los que ahora lloráis”…
Jesús llora al acercarse a la ciudad que lo rechaza porque rechaza su salvación
… reiréis”
Jesús vivió también en su vida las alegrías del pastor que encuentra la oveja, de la mujer que encuentra la moneda y del padre que puede abrazar al hijo perdido.
* “Bienaventurados cuando os odien por causa del Hijo…
Cuando ante el sanedrín Jesús es acusado de considerarse Hijo de Dios, él responde “SÍ”, y es considerado reo de muerte
… vuestra recompensa será grande en el cielo”
Así Jesús se lo hace comprender a los discípulos decepcionados: ¿No era necesario que el Mesías padeciera esto y entrara así en su gloria?
Por eso, el Hijo inaugura el Reino “despojándose de sí mismo y tomando la condición de esclavo”.
Por eso, Pablo, apóstol de Cristo Jesús, “lo pierde todo y todo lo considera basura, incluso renuncia a la sabiduría humana para anunciar el Reino”.
El mismo David, cuando tiene en su poder la lanza, el poder, de Saúl, renuncia a usarla porque “su confianza está puesta en el Señor… y todo el mundo sabrá que el Señor no salva con la espada ni la lanza. David va a defender el Reino en nombre del Señor del universo”
El discípulo sabe por la FE en el Maestro que si lo sigue en su pobreza ya posee el Reino y puede anunciarlo y comunicarlo, y por la ESPERANZA sabe que “cosechará entre cantares, aunque ahora siembre con lágrimas”
El desafío para quienes queremos ser discípulos de tal Maestro es: ¿TU CREES ESTO?