Propuesta de Josep Maria Romaguera Bach
El tema de la parábola es la oración, no el pecado. Por eso no tenemos que aproximarnos a ella con ánimo de buscar quien es más pecador de los dos protagonistas. Y, todavía menos, la parábola no nos tiene que conducir a pensar en personas concretas que conocemos para identificarlas con uno u otro de los dos personajes, haciendo un juicio que no nos toca.
Y la cuestión de fondo, lo que nos cuestiona a todos, es: ¿cómo nos ponemos ante Dios y ante los demás?
¡Que vaya bien!
27 octubre 2019
Evangelio según Lucas (18,9-14)
En aquel tiempo, 9 a algunos que, teniéndose por justos, se sentían seguros de sí mismos y despreciaban a los demás, dijo Jesús esta parábola:
10 –Dos hombres subieron al templo a orar. Uno era fariseo; el otro, un publicano.
11 »El fariseo, erguido, oraba así en su interior: “¡Oh Dios!, te doy gracias, porque no soy como los demás: ladrones, injustos, adúlteros; ni como ese publicano. 12 Ayuno dos veces por semana y pago el diezmo de todo lo que tengo.”
13 »El publicano, en cambio, se quedó atrás y no se atrevía ni a levantar los ojos al cielo; sólo se golpeaba el pecho, diciendo: “¡Oh Dios!, ten compasión de este pecador.”
14 »Os digo que éste bajó a su casa justificado, y aquél no. Porque todo el que se enaltece será humillado, y el que se humilla será enaltecido.
Pauta para hacer Estudio de Evangelio, personal o compartido
1
Oración para pedir el don de comprender el Evangelio y poder conocer y amar a Jesucristo y, de este modo, poder seguirle mejor y darlo a conocer
2
Anoto algunos hechos vividos esta última semana
3
Leo/leemos el texto. Después contemplo y subrayo
4
Ahora anoto lo que descubro de JESÚS y de los demás personajes, la BUENA NOTICIA que escucho...
Después de habérmelo preguntado la semana pasada, ahora, con esta nueva aportación del evangelio, ¿qué descubro de mi oración?
Y, viendo como es mi oración, me pregunto: ¿cómo veo que es mi actitud ante Dios y ante los demás?
5
Desde el evangelio, vuelvo a mirar la vida, los HECHOS vividos, las PERSONAS de mi alrededor...
Y aprovecho la ocasión para orar por estas personas, para pedir a Dios lo mejor para ellas...
6
Llamadas que me hace –que nos hace– el Padre hoy a través de este Evangelio y compromiso(s)
7
Oración. Diálogo con Jesús dando gracias, pidiendo...
Notas por si hacen falta
Notas para seguir el hilo del Evangelio
- Seguimos con el evangelio según Lucas. Lo retomamos donde lo dejábamos el pasado domingo.
- También hoy el tema es la oración. Si el pasado domingo nos encontrábamos ante la iniciativa del Maestro, que quería explicar [a sus discípulos] cómo tenían que orar siempre sin desanimarse (Lc 18,1), la parábola de hoy es la respuesta “a algunos que, teniéndose por justos ... despreciaban a los demás” (9).
Notas para fijarnos en Jesús y el Evangelio
- El objetivo de la parábola queda claro en el planteamiento que hace el evangelista (9). Y se explicita totalmente en la conclusión que Lucas pone en boca de Jesús: “todo el que se enaltece será humillado, y el que se humilla será enaltecido” (14).
- El tema de la parábola es la oración, no el pecado. Por eso no tenemos que aproximarnos a ella con ánimo de buscar quien es más pecador de los dos protagonistas. Y, todavía menos, la parábola no nos tiene que conducir a pensar en personas concretas que conocemos para identificarlas con uno u otro de los dos personajes, haciendo un juicio que no nos toca.
- La cuestión de fondo, lo que nos cuestiona a todos, es: ¿cómo nos ponemos ante Dios y ante los demás? Y la buena noticia es que Dios nos mira con buenos ojos y ve el fondo, lo que hay de verdadero en el corazón de cada uno.
- Los dos personajes se ponen ante Dios (10).
- La actitud con la que se pone el fariseo queda reflejada en el comienzo del v. 11: “erguido”. Y en el v. 12 se nos describe el contenido de su oración: todo lo que hace para cumplir la Ley.
- La actitud con la que se pone el publicano la describe el v. 13: “atrás”, “ni levanta los ojos”, “se golpeaba el pecho”. En el mismo versículo se muestra el contenido de la oración: “¡Oh Dios!, ten compasión de este pecador”.
- Los publicanos, recaudadores de impuestos, eran considerados pecadores lo mismo por los escribas que por la gente del pueblo, porque trabajaban al servicio de las administraciones romana y herodiana y porqué a menudo se aprovechaban injustamente de su situación en beneficio propio.
- El fariseo se expresa conforme a la merecida fama que tenían los de su grupo de ser hombres religiosos y observantes. Los fariseos cumplían los ayunos prescritos por la Ley además de practicar otros voluntariamente. Asimismo, pagaban todos los diezmos mandados y añadían otros. De esta manera, pensaban que iban acumulando méritos ante Dios y que se ganaban su favor.
- Ambos, también, se ponen ante los demás:
- El fariseo no quiere saber nada de los demás, son malos (11) y, ostensiblemente, se distancia de ellos. Y ello también da contenido a su oración: “no soy como los demás...” (11).
- El publicano reconoce a los demás, sabe que les ha hecho daño y lo confiesa ante Dios, lo cual da contenido a su oración: “soy un pecador” (13).
- Uno está lleno de si mismo, de su propia bondad. El otro espera ser atendido por Dios, llenarse de la bondad del Padre, le pide el perdón que sólo Él puede dar y da.
- Si queremos aprender algo sobre la oración, esta página de san Lucas nos enseña que la oración de cada uno es como es la vida. En la oración personal se manifiesta cual es la actitud que tenemos ante Dios y ante los demás.
- Ante Dios, el fariseo no es justo (14), aunque haga cosas buenas, porque se fía de si mismo. De hecho, no tiene ninguna necesidad de Dios, cree que es él mismo quien se gana la salvación con el cumplimiento de la ley. El publicano, que se fía de la misericordia del Padre (13), acoge el amor y el perdón que Él le da: esto es lo que lo hace ser justo (14), no sus méritos.