Este libro, publicado en 2003, se compone de textos escritos por Antonio Chevrier y compuesto por Yves Musset, sacerdote del Prado de Francia. Esta obra presenta una selección de textos importantes, muchos no aparecen en el Verdadero Discípulo ni en las Cartas, que contribuyen a conocer mejor el carisma del Prado y el itinerario espiritual y apostólico del P. Chevrier Y. Musset ha elegido el criterio cronológico o histórico en sentido amplio. Desde la conversión en la noche de Navidad de 1856 hasta su muerte en 1879 presenta la vida y la obra del P. Chevrier, los rasgos de su espiritualidad apostólica y los inicios de los primeros sacerdotes del Prado. No presenta una historia, sino las etapas de una vida en la que van alumbrando opciones, decisiones, iniciativas que reflejan la pasión por Jesucristo y por los pobres.
1. La conversión de un sacerdote de parroquia.
El misterio de la encarnación fascinaba al P. Chevrier. Su contemplación ha sido para él una iluminación, una verdadera conversión, que le llevó a amar más radicalmente la pobreza evangélica e ir al encuentro de los pobres para que conozcan la belleza y la ternura de Jesucristo. Deja el ministerio parroquial para ensayar otras formas de ministerio y ser más eficaz en la tarea apostólica: capellán en la Ciudad del Niño Jesús, la Obra de la Primera Comunión en la sala de baile del Prado.
2. La fundación del Prado
En los tiempos del P. Chevrier la renovación de la Iglesia pasaba, en gran parte, por la renovación de la vida sacerdotal. A. Chevrier descubre que las parroquias y los sacerdotes necesitan una gran renovación en la línea de una pastoral misionera: salir de las iglesias e ir al encuentro de la gente, de los pobres y hacer la catequesis en medio de ellos.
Por esto no solo piensa en nuevas iniciativas pastorales, sino en formar una asociación de sacerdotes pobres para las parroquias. Algunos de sus Reglamentos apuntan en esta dirección. Fue difícil encontrar sacerdotes decididos a seguir esta iniciativa. La obra de la catequesis que estaba realizando le lleva a promover la Obra de la Primera Comunión y a adquirir la sala de baile del Prado.
Para esta gran misión de catequistas de los pobres el P. Chevrier busca colaboradores entre los laicos. De un grupo de mujeres que le acompañan desde el principio nacen las Hermanas del Prado.
Los grandes desafíos de la revolución industrial demandan un nuevo perfil de sacerdote y de catequista. El P. Chevrier sigue aspirando a formar una asociación de sacerdotes para las parroquias.
A la obra de la Primera Comunión sucede la fundación de la escuela clerical, para formar sacerdotes de entre los mismos muchachos acogidos en el Prado. El perfil del sacerdote, que quiere imprimir, se encuentra expresado en el mural de Saint Fons cuyo título expresa la configuración y la identificación con Cristo: el sacerdote es otro Jesucristo.
En el proceso de formación el Noviciado es una etapa fundamental. Su finalidad es que el discípulo conforme toda su vida a la de Jesucristo de tal manera que él sea el arquitecto y fundamento de su vida. Para esto ha de cuidar el contacto con el Evangelio y la interioridad o el cuidado del espíritu.
El centro de la formación es el estudio de Jesucristo, para conocerle y seguirle más de cerca. El Espíritu Santo es el guía y el formador de quien se decide a ser verdadero discípulo de Jesucristo.
4. El ministerio apostólico
El P. Chevrier dedicó trabajo y reflexión al estudio del ministerio. En la dimensión teológica el centro está en la configuración y comunión con Jesucristo, el Enviado del Padre. En la dimensión pastoral subraya especialmente la pobreza evangélica: catequista de los pobres y la imitación de la pobreza de Jesucristo.
La comprensión del ministerio sacerdotal o el perfil del sacerdote del Prado se encuentra en el Verdadero Discípulo, y en el Mural de Saint Fons. Estos dos medios tienen el mismo principio o el mismo dinamismo: conocer a Jesucristo para llegar a ser otro Jesucristo.
5. Últimas voluntades
La etapa final: el testamento o las últimas voluntades para asegurar el futuro de la obra que dejaba en una gran fragilidad.
En este contexto hay que leer y comprender algunos documentos y recomendaciones a modo de testamento:
- La Carta al P. Jaricot, que expresa el abandono que siente como Cristo en la cruz.
- El reglamento de los Sacerdotes del Prado, que tiene como base el Mural de Saint Fons.
- Finalidad Fundamental de la Asociación de los sacerdotes del Prado
- La carta a Francisco Duret, su sucesor
- El Testamento Espiritual del P. Chevrier.
Xosé Xulio Rodríguez Fernández Pedidos a Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.