En el día de ayer meditábamos y contemplábamos a Cristo pobre y las enseñanzas sobre la pobreza que da a sus sus discípulos. Hoy, en la meditación de la mañana, se no invitaba a contemplar los pobres con los que nos encontramos; en esta cuarta meditación de la tarde se nos invita a mirar de cara nuestra propias pobrezas, no la elegidas, sino las de "fabrica" y, descubrir que Dios nos pone a los pobres como espejos que nos ayudan a reconocernos en ellos.
Para escucharla Pinchar aquí