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DOMINGO FIESTA DE LA ASCENSIÓN DEL SEÑOR- VII DE PASCUA - CICLO C- 2025

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Josep María Romaguera i Bach. Diócesis de Barcelona

La Ascensión del Señor es una fiesta que nos ayuda a crecer en la esperanza de llegar a alcanzar y ser aquello que Dios quiere que seamos. Dios quiere que seamos como Él. Y que lo sea todo el mundo: "todos los pueblos".

Pauta para el Estudio de Evangelio personal o compartido en grupo

1. Oración para pedir el don de comprender el Evangelio y poder conocer y amar a Jesucristo y, de este modo, poder seguirle mejor y darlo a conocer
2. Anoto algunos hechos vividos esta última semana
3. Leo/leemos el texto. Después contemplo y subrayo
4. Anoto lo que descubro de JESÚS y de los demás personajes, la BUENA NOTICIA que escucho... En medio de este mundo ambiguo, donde se mezclan la vida y la muerte, la paz y la guerra, el trabajo digno y la injusticia para con los trabajadores... ¿Qué experiencias vivo/vivimos de presencia del Resucitado a través de sus discípulos (la Iglesia)?
5. Desde el evangelio, vuelvo a mirar la vida, los HECHOS vividos, las PERSONAS de mi alrededor... ¿Cómo concretamos (en el movimiento, en la parroquia, en la comunidad...) la acción–misión (47) y la acción de gracias (53) que Cristo nos ha provocado?
6. Llamadas que me hace –que nos hace– el Padre hoy a través de este Evangelio y compromiso(s)
7. Oración. Diálogo con Jesús dando gracias, pidiendo...

Notas por si hacen falta

Notas sobre la fiesta de la Ascensión

 

 Notas para fijarnos en Jesús y el Evangelio

 Estamos ante el punto de arranque del Evangelio: el anuncio de la muerte y resurrección de Jesús (46) motiva toda la acción de los discípulos, de los apóstoles, de los evangelistas.
  • Esta acción–misión consiste en hacer el anuncio: “se predicará” (47).
  • Un anuncio que lleva a “la conversión y al perdón de los pecados” (47).
  • El tema de la conversión es frecuente en el evangelio de Lucas (Lc 13,5; 15,7.10; 16,30; 24,47) y en el libro de los Hechos, del mismo autor (Ac 2,38; 3,19.26; 5,31; 10,43; 13,38).
  • Se nos recuerda, en boca de Jesús, que la misión sólo será posible por el Espíritu Santo: “os revistáis de la fuerza de lo alto” (49).
  • La escena de la ascensión (50-52), san Lucas la escribe para expresar la fe de la comunidad. Una fe que dice que Jesucristo ha sido llevado “hacia el cielo” (51). Así pues, es un pasaje más de los que expresan que el crucificado ha sido resucitado por la fuerza del Padre. Dicho de otra manera, se quiere expresar que Dios se ha comprometido totalmente con Jesús de Nazaret y con todo lo que dijo e hizo. Aquel mismo que, para muchos, no pasó de ser motivo de escarnio y de injurias (Lc 22,63-65;23,36-39), acusado de perturbar el orden público (Lc 23,1-5).
  • Se nos está diciendo que con la Pascua algo ha cambiado: la Resurrección de Cristo supone una ausencia de Jesús, el carpintero de Nazaret; pero también supone una presencia del Resucitado a través de los discípulos, a través de la Iglesia. Presencia que se da por la acción del Espíritu Santo “que el Padre ha prometido” (49).
  • Así pues, comienza el tiempo de la Iglesia. Un tiempo caracterizado por la acción–misión (47.48) y por la acción de gracias (53). Es un tiempo marcado, también, por una “gran alegría” (52) que viene dada por la experiencia de que el Resucitado “bendice” a los discípulos (51), es decir, se compromete con ellos de la misma manera que el Padre se ha comprometido con Jesús de Nazaret.
  • El tiempo de la Iglesia es el que vivimos en los movimientos, en las parroquias, en las comunidades religiosas... Un tiempo vivido en medio del mundo, en la mezcla de fidelidad en el amor y de infidelidad, en la mezcla de la seguridad de que el Resucitado está presente y el miedo al fracaso... Un tiempo para recuperar los orígenes de una Iglesia fraterna y sinodal...