Imprimir

DOMINGO QUINTO DE CUARESMA -CICLO C- 2025

Visto: 191

Josep María Romaguera i Bach. Diócesis de Barcelona

Este próximo domingo tenemos el pasaje de la mujer acusada de adulterio. Jesús tiene delante a una mujer que tiene que vivir. Y a unos hombres que también tienen que vivir. Él no ha venido a condenar sino a salvar.

Pauta para el Estudio de Evangelio personal o compartido en grupo

1. Oración para pedir el don de comprender el Evangelio y poder conocer y amar a Jesucristo y, de este modo, poder seguirle mejor y darlo a conocer

2. Anoto algunos hechos vividos esta última semana

3. Leo/leemos el texto. Después contemplo y subrayo

4. Anoto lo que descubro de JESÚS y de los demás personajes, la BUENA NOTICIA que escucho... La dinámica de resolver los conflictos a base de condenar, arrinconar, anular... al otro es común en nuestro mundo. Entre nosotros, también. En mis relaciones, ¿estoy viviendo alguna situación en la que se dé esta dinámica? ¿Cómo la afronto?

5. Desde el evangelio, vuelvo a mirar la vida, los HECHOS vividos, las PERSONAS de mi alrededor... ¿Qué testimonios encuentro ahí de las actitudes de Jesús ante los pecadores?

6. Llamadas que me hace –que nos hace– el Padre hoy a través de este Evangelio y compromiso(s)

7. Oración. Diálogo con Jesús dando gracias, pidiendo...

 

Notas por si hacen falta
Notas para situar el texto y sobre los sacrificios humanos
 
  • Este texto tiene más parecidos con el estilo de Lucas que con el de Juan. Tiene paralelismos con Lc 7,36-50. Y resuena en él la historia de Susana, narrada en el libro de Daniel (Dn 13).

  • Además del dato que fariseos y escribas recuerdan a Jesús (5), de que la Ley era muy dura con las personas que cometían adulterio (Dt 22,22; Lv 20,10), tenemos el dato antropológico que nos explica que los colectivos se pueden dejar llevar por la necesidad de sacrificar a alguien cada vez que tienen un problema. El sacrificio provoca un efecto tranquilizante, hasta que aparece un nuevo problema comunitario que llevará a buscar nuevas víctimas.

  • En el caso que nos presenta el evangelio, si la víctima a sacrificar no es la mujer, será Jesús (Lc 22-23; Jn 18-19). Es lo que nos decía san Pablo en la segunda lectura del pasado domingo (2Co 5,21). Jesús se pone en el lugar de las víctimas, el único lugar desde el que se puede cambiar esta dinámica perversa.

Notas para fijarnos en Jesús y el Evangelio