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Domingo 3º Cuaresma - A_2023

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Pauta para un Estudio de Evangelio. Josep Maria Romaguera Bach, diócesis de Barcelona

El Evangelio del próximo domingo es el del encuentro entre Jesús y la mujer samaritana, una historia que puede ser la de cualquiera de nosotros, hombres y mujeres que tenemos sed de Dios

 

12 marzo 2023. Evangelio según Juan (4,5-42)

En aquel tiempo, 5 llegó Jesús a un pueblo de Samaría llamado Sicar, cerca del campo que dio Jacob a su hijo José: 6 allí estaba el manantial de Jacob. Jesús, cansado del camino, estaba allí sentado junto al manantial. Era alrededor del mediodía. 7 Llega una mujer de Samaría a sacar agua, y Jesús le dice:

–Dame de beber.

8 Sus discípulos se habían ido al pueblo a comprar comida. 9 La Samaritana le dice:

–¿Cómo tú, siendo judío, me pides de beber a mí, que soy samaritana? (porque los judíos no se tratan con los samaritanos).

10 Jesús le contesto:

–Si conocieras el don de Dios y quién es el que te pide de beber, le pedirías tú, y él te daría agua viva.

11 La mujer le dice:

–Señor, si no tienes cubo y el pozo es hondo, ¿de dónde sacas el agua viva?; 12 ¿eres tú más que nuestro padre Jacob, que nos dio este pozo y de él bebieron él y sus hijos y sus ganados?

13 Jesús le contesta:

–El que bebe de esta agua vuelve a tener sed; 14 pero el que beba del agua que yo le daré, nunca más tendrá sed: el agua que yo le daré se convertirá dentro de él en un surtidor de agua que salta hasta la vida eterna.

15 La mujer le dice:

–Señor, dame esa agua: así no tendré más sed, ni tendré que venir aquí a sacarla.

16 El le dice:

–Anda, llama a tu marido y vuelve.

17 La mujer le contesta:

–No tengo marido.

Jesús le dice:

–Tienes razón, que no tienes marido: 18 has tenido ya cinco y el de ahora no es tu marido. En eso has dicho la verdad.

19 La mujer le dice:

–Señor, veo que tu eres un profeta. 20 Nuestros padres dieron culto en este monte, y vosotros decís que el sitio donde se debe dar culto está en Jerusalén.

21 Jesús le dice:

—Créeme, mujer: se acerca la hora en que ni en este monte ni en Jerusalén daréis culto al Padre. 22 Vosotros dais culto a uno que no conocéis; nosotros adoramos a uno que conocemos, porque la salvación viene de los judíos. 23 Pero se acerca la hora, ya está aquí, en que los que quieran dar culto verdadero adoraran al Padre en espíritu y verdad, porque el Padre desea que le den culto así. 24 Dios es espíritu, y los que le dan culto deben hacerlo en espíritu y verdad.

25 La mujer le dice:

–Sé que va a venir el Mesías, el Cristo; cuando venga él nos lo dirá todo.

26 Jesús le dice:

–Soy yo: el que habla contigo.

27 En esto llegaron sus discípulos y se extrañaban de que estuviera hablando con una mujer, aunque ninguno le dijo: «¿Qué le preguntas o de qué le hablas?.» 28 La mujer, entonces, dejó su cántaro, se fue al pueblo y dijo a la gente:

29 –Venid a ver un hombre que me ha dicho todo lo que he hecho: ¿será éste el Mesías?

30 Salieron del pueblo y se pusieron en camino adonde estaba él.

31 Mientras tanto sus discípulos le insistían:

–Maestro, come.

32 El les dijo:

—Yo tengo por comida un alimento que vosotros no conocéis

33 Los discípulos comentaban entre ellos:

–¿Le habrá traído alguien de comer?:

34 Jesús les dijo:

–Mi alimento es hacer la voluntad del que me envió y llevar a término su obra. 35 ¿No decís vosotros que faltan todavía cuatro meses para la cosecha? Yo os digo esto: Levantad los ojos y contemplad los campos, que están ya dorados para la siega; 36 el segador ya está recibiendo salario y almacenando fruto para la vida eterna: y así se alegran lo mismo sembrador y segador. 37 Con todo, tiene razón el proverbio «Uno siembra y otro siega.» 38 Yo os envié a segar lo que no habéis sudado. Otros sudaron y vosotros recogéis el fruto de sus sudores.

39 En aquel pueblo muchos samaritanos creyeron en él por el testimonio que había dado la mujer: «Me ha dicho todo lo que he hecho.» 40 Así, cuando llegaron a verlo los samaritanos, le rogaban que se quedara con ellos. Y se quedó dos días. 41 Todavía creyeron muchos más por su predicación, 42 y decían a la mujer:

–Ya no creemos por lo que tú dices, nosotros mismos lo hemos oído y sabemos que él es de verdad el Salvador del mundo.

 

Pauta para el Estudio de Evangelio personal o compartido en grupo

1

Oración para pedir el don de comprender el Evangelio y poder conocer y amar a Jesucristo y, de este modo, poder seguirle mejor y darlo a conocer

2

Anoto algunos hechos vividos esta última semana

3

Leo/leemos el texto. Después contemplo y subrayo

4

Anoto lo que descubro de JESÚS y de los demás personajes, la BUENA NOTICIA que escucho...

Y me pregunto por mi sed de Dios, de Cristo, del Evangelio, de vida nueva...

5

Desde el evangelio, vuelvo a mirar la vida, los HECHOS vividos, las PERSONAS de mi alrededor...

Estos hechos y personas, ¿me han sido ocasión para que Jesús se me haga encontradizo?

6

Llamadas que me hace –que nos hace– el Padre hoy a través de este Evangelio y compromiso(s)

7

Oración. Diálogo con Jesús dando gracias, pidiendo...

 

Notas por si hacen falta

 

Notas sobre el texto y su contexto

 

 

Notas para fijarnos en Jesús y el Evangelio