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Domingo 4º Cuaresma C_2022

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Pauta para Estudio de Evangelio. Josep Maria Romaguera Bach, diócesis de Barcelona

El próximo domingo tenemos la parábola del Padre de los dos hijos, que tan bien nos presenta como es nuestro Padre del cielo. Una buena noticia que necesitamos, que el mundo entero necesita.

 

27 marzo 2022. Evangelio según Lucas (15,1-3.11-32)

En aquel tiempo, 1 solían acercarse a Jesús los publicanos y los pecadores a escucharle. 2 Y los fariseos y los escribas murmuraban entre ellos: 

–Ése acoge a los pecadores y come con ellos.

3 Jesús les dijo esta parábola:

11 –Un hombre tenía dos hijos; 12 el menor de ellos dijo a su padre:

»–Padre, dame la parte que me toca de la fortuna.

»El padre les repartió los bienes. 13 No muchos días después, el hijo menor, juntando todo lo suyo, emigró a un país lejano, y allí derrochó su fortuna viviendo perdidamente. 14 Cuando lo había gastado todo, vino por aquella tierra un hambre terrible, y empezó él a pasar necesidad. 15 Fue entonces y tanto le insistió a un habitante de aquel país que lo mandó a sus campos a guardar cerdos. 16 Le entraban ganas de llenarse el estómago de las algarrobas que comían los cerdos; y nadie le daba de comer. 17 Recapacitando entonces, se dijo: “Cuántos jornaleros de mi padre tienen abundancia de pan, mientras yo aquí me muero de hambre. 18 Me pondré en camino adonde está mi padre, y le diré: Padre, he pecado contra el cielo y contra ti; 19 ya no merezco llamarme hijo tuyo: trátame como a uno de tus jornaleros.” 20 Se puso en camino adonde estaba su padre,

»Cuando todavía estaba lejos, su padre lo vio y se conmovió; y, echando a correr, se le echó al cuello y se puso a besarlo. 21 Su hijo le dijo:

»–Padre, he pecado contra el cielo y contra ti; ya no merezco llamarme hijo tuyo.

22 »Pero el padre dijo a sus criados:

»–Sacad en seguida el mejor traje y vestidlo; ponedle un anillo en la mano y sandalias en los pies; 23 traed el ternero cebado y matadlo; celebremos un banquete, 24 porque este hijo mío estaba muerto y ha revivido; estaba perdido, y lo hemos encontrado.

»Y empezaron el banquete.

25 »Su hijo mayor estaba en el campo. Cuando al volver se acercaba a la casa, oyó la música y el baile, 26 y llamando a uno de los mozos, le preguntó qué pasaba. 27 Éste le contestó:

»–Ha vuelto tu hermano; y tu padre ha matado el ternero cebado, porque lo ha recobrado con salud.

28 »Él se indignó y se negaba a entrar; pero su padre salió e intentaba persuadirlo. 29 Y él replicó a su padre:

»–Mira: en tantos años como te sirvo, sin desobedecer nunca una orden tuya, a mí nunca me has dado un cabrito para tener un banquete con mis amigos; 30 y cuando ha venido ese hijo tuyo que se ha comido tus bienes con malas mujeres, le matas el ternero cebado.

31 »El padre le dijo:

»–Hijo, tú siempre estás conmigo, y todo lo mío es tuyo: 32 deberías alegrarte, porque este hermano tuyo estaba muerto y ha revivido; estaba perdido, y lo hemos encontrado.

 

1

Oración para pedir el don de comprender el Evangelio y poder conocer y amar a Jesucristo y, de este modo, poder seguirle mejor y darlo a conocer

2

Anoto algunos hechos vividos esta última semana

3

Leo/leemos el texto. Después contemplo y subrayo

4

Ahora anoto lo que descubro de JESÚS y de los demás personajes, la BUENA NOTICIA que escucho...

Contemplo a este Jesús cercano a las personas. Lo descubro cercano a mí y a las personas que tengo alrededor. Lo descubro también cercano a aquellas personas que están lejos de mí. Y doy gracias por ello.

5

Desde el evangelio, vuelvo a mirar la vida, los HECHOS vividos, las PERSONAS de mi alrededor...

¿Qué testimonios encuentro ahí de perdón incondicional que me recuerden lo que Jesús nos muestra del Padre? Y yo mismo/a, ¿qué experiencia tengo de este perdón que libera y renueva... y llena de alegría?

6

Llamadas que me hace –que nos hace– el Padre hoy a través de este Evangelio y compromiso(s)

7

Oración. Diálogo con Jesús dando gracias, pidiendo...

 

Notas por si hacen falta

 

Notas sobre la lectura de esta parábola

 

 

Notas para fijarnos en Jesús y el Evangelio

 

 

Otra mirada sobre el hijo “menor” (¡con ganas de ver a Jesús por todas partes!)