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Domingo XXI T.O. - B. 2021

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Estudio de Evangelio. Lucio Arnáiz Alonso, diócesis de Orihuela-Alicante

 

22 de agosto de 2021. Jn 6,60-69

 

          ¿Qué se nos revela en estas lecturas del misterio de Dios?
 
. El Señor es clemente y misericordioso. Gustad y ved qué bueno es el Señor. Cuando uno grita, el Señor lo escucha y lo libra de sus angustias; el Señor está cerca de los atribulados, salva a los abatidos. Todo lo nuestro encuentra eco en el corazón de Dios. Dios es Dios siendo nuestro Señor y Salvador. Dios no quita nada, sino que lo da todo.
 
. El Señor nuestro Dios es quien nos sacó, a nosotros y a nuestros padres, de Egipto, de la casa de la esclavitud; y quien hizo ante nuestros ojos aquellos grandes prodigios y nos guardó en todo nuestro peregrinar. Nuestro pasado está lleno de las intervenciones salvadoras de Dios. Es justo y necesario hacer memoria de las maravillas de Dios y entonar un himno de acción de gracias. Ante Dios siempre tenemos una profunda deuda de gratitud.
 
. Dios es libre y ama la libertad; Dios es libre y genera espacios de libertad. La libertad de Dios es generadora de vida y de amor. Dios es libre para que el hombre tenga vida y la tenga abundante. Dios es libre y respeta religiosamente la libertad del hombre.
 
. El conocimiento de Dios y de su Hijo Jesucristo es el mayor de los bienes. Jesucristo es la perla preciosa escondida en el campo, por la que se vende todo lo demás. Nada vale la pena si se compara con el conocimiento de Cristo Jesús, mi Señor. Tú tienes palabras de vida eterna; nosotros creemos y sabemos que tú eres el Santo de Dios
 
        ¿Qué tiene Dios que ver con nuestra libertad?
 
. Dios ama y respeta nuestra libertad. Dios no quiere adoradores a la fuerza, sino adoradores en libertad, en espíritu y verdad. La fe en Jesucristo necesita un humus de libertad para brotar y desarrollarse.
 
. La libertad nos hace semejantes a Dios. Somos responsables del uso de nuestra libertad. La vida de los hermanos espera la contribución de nuestra libertad. Los hermanos esperan que, desde la fe en Jesucristo, también nosotros generemos espacios de vida y libertad.
 
. La Iglesia es un espacio de libertad que Dios nos regala; para que todos encuentren en ella motivos para seguir esperando. El don de la libertad se convierte en tarea.
 
       Textos de Antonio Chevrier:
 
“Siempre que Jesús habla de sí mismo, se designa muy a menudo con el título sencillo y modesto de Enviado de Dios… La palabra que acabáis de oír hoy se ha cumplido en mí; es decir, este hombre del que habla el profeta, este Enviado de Dios que debe venir a evangelizar a los pobres, soy yo” (CDA 225-226).