Pauta para un Estudio de Evangelio. Josep Maria Romaguera Bach

Este próximo domingo tenemos, en el Evangelio, la continuación de lo que contemplábamos en el pasado. Nos ayuda a ser humildes, porque constatamos la fragilidad de nuestra confesión de fe. Nos ayuda a dar gracias a Dios, porque a pesar de esta fragilidad, Jesús continua fiel y nos invita una vez más a seguirlo de cerca, detrás de Él, fijándonos bien en sus pasos.

30 agosto 2020. Evangelio según Mateo (16,21-27)

En aquel tiempo, ²¹ empezó Jesús a explicar a sus discípulos que tenía que ir a Jerusalén y padecer allí mucho por parte de los senadores, sumos sacerdotes y letrados y que tenía que ser ejecutado y resucitar al tercer día.

²² Pedro se lo llevó aparte y se puso a increparlo:

–¡No lo permita Dios, Señor! Eso no puede pasarte.

²³ Jesús se volvió y dijo a Pedro:

–Quítate de mi vista, Satanás, que me haces tropezar; tú piensas como los hombres, no como Dios.

²⁴ Entonces dijo a los discípulos:

–El que quiera venirse conmigo que se niegue a sí mismo, que cargue con su cruz y me siga. ²⁵ Si uno quiere salvar su vida, la perderá; pero el que la pierda por mí, la encontrará. ²⁶ ¿De qué le sirve a un hombre ganar el mundo entero, si malogra su vida? ¿O qué podrá dar para recobrarla? ²⁷ Porque el Hijo del Hombre vendrá entre sus ángeles, con la gloria de su Padre, y entonces pagará a cada uno según su conducta.

Pauta para hacer Estudio de Evangelio, personal o compartido

1

Oración para pedir el don de comprender el Evangelio y poder conocer y amar a Jesucristo y, de este modo, poder seguirle mejor y darlo a conocer

2

Anoto algunos hechos vividos esta última semana

3

Leo/leemos el texto. Después contemplo y subrayo

4

Ahora anoto lo que descubro de JESÚS y de los demás personajes, la BUENA NOTICIA que escucho...

La imagen de Jesús que aparece en este texto, ¿se parece a la imagen que yo me he hecho de Él? Y mi vida, ¿se corresponde a la propuesta que hace Jesús a los que quieran ir con Él?

5

Desde el evangelio, vuelvo a mirar la vida, los HECHOS vividos, las PERSONAS de mi alrededor...

¿Qué testimonios tengo ahí de personas que siguen a Jesús estando al servicio de los demás, sobre todo de los pobres, de los enfermos, de los pequeños y, por lo tanto, cargando las cruces de la vida?

6

Llamadas que me hace –que nos hace– el Padre hoy a través de este Evangelio y compromiso(s)

7

Oración. Diálogo con Jesús dando gracias, pidiendo...

Notas por si hacen falta

Notas para seguir el hilo del Evangelio

• Estamos en el momento en qué Jesús, con los discípulos, comenzará el camino de subida a Jerusalén, camino que culminará en la pasión, la muerte y la resurrección.
• El pasado domingo leíamos el pasaje (Mt 16,13-20) inmediatamente anterior a este de hoy. A las preguntas de Jesús, Pedro, en nombre de todos los discípulos, confesaba la fe solemnemente: Tú eres el Mesías, el Hijo de Dios vivo (Mt 16,16).
• Ahora, cuando Jesús anuncia su Pascua hacia la cual comenzarán a caminar, la fe de Pedro –y de todos los discípulos– entra en crisis.

Notas para fijarnos en Jesús y el Evangelio

• Durante el itinerario hacia Jerusalén, Jesús irá instruyendo a los discípulos otras veces después de ésta (21) sobre su muerte-resurrección: Mt 17,22-23; 20,18-19. El paso por la Cruz y la Resurrección será verificador y purificador de la fe de los discípulos, ya confesada (Mt 16,16), y dará capacidad para entender a Jesús y seguirle por siempre jamás (Mt 28,17.20).
• Los tres grupos que harán sufrir a Jesús (21) son los que formaban el Sanedrín, máximo órgano de gobierno del pueblo de Israel en tiempo de Jesús: los “senadores” eran los representantes de las clases altas; los “sumos sacerdotes” eran miembros de las familias sacerdotales que controlaban el templo de Jerusalén, y los “letrados” eran los responsables de la interpretación de la Ley.
• La reacción de Pedro (22) refleja la mentalidad de los discípulos, que todavía ven a Jesús como al Mesías poderoso y triunfador que tenía que ser reconocido por todo el mundo, especialmente por las autoridades. Los discípulos se niegan a aceptar que el Mesías pueda ser menospreciado y rechazado. Para ellos hay una gran contradicción entre esto que dice Jesús y la solemne profesión de fe que han hecho antes. Siguen pensando que el poder está sometido a la religión. O que religión y poder son una misma cosa.
• La respuesta de Jesús: “quítate de mi vista Satanás” (23), la encontramos otras veces traducida como una expulsión más explícita: “¡Vete de aquí, Satanás!”. Pero lo que encontramos en el texto original es que Jesús le dice a Pedro que se ponga en el lugar que le corresponde como discípulo: detrás, siguiendo al Maestro. Con su actitud, Pedro se ha comportado como el diablo, el tentador, que se pone delante para hacer desviar a Jesús de su camino de obediencia al Padre. Por eso Jesús dice el nombre de “Satanás”, para echarlo una vez más, como ya se ha visto en el capítulo de las tentaciones (Mt 4,1-11). Podríamos decir que la frase tiene doble mensaje: Pedro, ¡ponte detrás de mí!; Satanás, ¡vete!
• Jesús responde muy enérgicamente. Y apunta cual es el camino para cambiar de actitud: mirar la vida y las personas como las mira Dios (23). Siguiéndole a Él, los discípulos podrán aprender este camino. Si recordamos la respuesta de Jesús a la profesión de fe que acaba de hacer Pedro (Mt 16,17), nos podremos dar cuenta de que Jesús insiste en la misma cuestión: en el primer caso, Jesús remarca que Pedro ha respondido según se lo ha revelado el Padre que está en el cielo; ahora, cuando Pedro lo quiere disuadir de su camino, Jesús pone de manifiesto que, en esta ocasión, Pedro no se ha dejado llevar por el parecer de Dios (23).
• El seguimiento que Jesús propone a los discípulos pasa por “cargar con la propia cruz” (24). Una cruz que, cuando es consecuencia de haber salido de uno mismo –negarse (24)– para avanzar hacia los pobres (Mt 15,29-31), para llegar a ser servidor (Mt 20,26; Jn 13,1ss), para estar entre los “últimos” (Mt 18,10-14), es “vida” (26) que vence sobre la muerte.
• La venida del “Hijo del hombre” (27) y su juicio, el evangelista nos la describirá en el capítulo 25 (Mt 25,31-46): quienes habrán optado por estar con los últimos y servirles, tendrán vida.

      Josep Maria Romaguera Bach. Diócesis de Barcelona